El Asiento es una operación financiera a gran escala, entre el rey y uno o más
banqueros o particulares. El monarca recibía una cantidad de dinero en
algún lugar de sus territorios, y en un plazo breve de tiempo lo devolvería en
dinero líquido con sus respectivos intereses,
tanto en concepto de préstamo,
como en carga por el cambio de moneda. Estos intereses son añadidos por los
riesgos que corrían los particulares o banqueros.
Los banqueros también percibían la devolución de este
dinero mediante el establecimiento de asientos
en un territorio determinado, cediendo la explotación económica del mismo, un ejemplo de ello son los asientos de negros esclavos, o las diversas explotaciones mineras. El periodo de tiempo era negociado mediante un contrato,
donde se establecían las diversas condiciones.
El interés anual legal era del 12%, pero muchos asientos
sobrepasan ese límite: la urgencia con la que se necesitaba, las garantías de
devolución, etc.
Los genoveses serán los que entren en escena poco a poco
(1522-1627), y a su vez, serán
sustituidos por judíos y conversos portugueses. Los Függer serían un ejemplo de
estos banqueros.
Rocío García Escribano, Grupo 3.
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