domingo, 28 de diciembre de 2014

La moneda de los Reyes Católicos como fuente histórica. 

Dentro del lapso de tiempo de utilización de la moneda de metal me decanto por centrarme en el reinado de los Reyes Católicos. El motivo por el que me decanto por este periodo es la gran importancia que este reinado tuvo para la historia tardo medieval y moderna de Castilla y Aragón y por consiguiente el pasado de la actual España.
Los Reyes Católicos Fernando e Isabel acometieron durante su reinado importantes empresas, y una de ellas será la de unificar la moneda en sus territorios, sobre todo en Castilla. Debido a los grandes cambios del periodo comprendido entre 1479-1504 que incluso conllevaron un cambio de época, considero que estudiar la moneda de los Reyes Católicos será el medio perfecto para entender la importancia de la moneda metal como fuente histórica.
Las monedas son una importante fuente histórica ya que eran utilizadas como medio de legitimar los reinados, además en los grabados de anversos y reversos así como en las leyendas de las mismas se plasmaban aspectos políticos o religiosos que hoy en día nos sirven de mucha ayuda. De igual manera conocer las aleaciones y la ley de las monedas así como las leyes que regulaban su acuñación nos permiten conocer la situación económica de un periodo histórico.
En el reinado de los Reyes Católicos queda demostrado lo anteriormente dicho ya que al tratarse de un momento de mucha inestabilidad se dan muchos medios para comparar unas acuñaciones con otras.
Empezando por la guerra civil disputada entre Isabel I de Castilla y su sobrina Juana, como sucede en los casos de enfrentamientos civiles, ambos bandos acuñan moneda utilizándola para legitimar a los aspirantes al trono. En el caso de Juana la acuñación de su bando deja al descubierto el futuro que habría deparado a Castilla de haber ganado este. Al comprometerse con su tío Alfonso V de Portugal este se hace cargo del bando de Juana y en la acuñación de moneda podemos comprobar cómo Castilla quedaría relegada tras Portugal, y no solo está, sino que la propia Juana quedaría solapada por la figura de su tío y marido convirtiéndose este en rey plenamente y no ser tan solo rey consorte. En el bando contrario, el de Isabel y Fernando sucedería lo opuesto. En este caso ambos monarcas sabrán plasmar en la acuñación de moneda la monarquía dual que establecerían en el reino y sobre todo se plasmaría la preeminencia de Castilla sobre Aragón y el papel claro de consorte de Fernando.
Mientras que en el caso del bando de Juana y de Alfonso la acuñación de moneda producía piezas en las que se presentaba solo el nombre de Alfonso, así como los títulos de Portugal y el escudo del mismo reino, en el bando de Isabel y Fernando se realizaron piezas en las que aparecerían ambos monarcas, cuyos bustos aparecen afrentados, en algunas ocasiones el rey porta la espada como símbolo del poder militar y la reina el cetro como símbolo del poder de la justicia. A diferencia del bando contrario, en el caso de Isabel y Fernando y la moneda que acuñaron, se llegó al acuerdo en la Concordia de Segovia de nombrar primero al rey y luego a la reina (en el caso de Juana no aparecía en las leyendas de las monedas) y en lo que respecta a los títulos se debería alternar entre títulos castellanos y aragoneses pero siempre comenzando por los castellanos, marcando una vez más el papel predominante y protagonista de la corona de Castilla.
Este sería uno de los ejemplos de cómo la moneda sirve como una importante fuente histórica, y como sabiendo elaborar las preguntas adecuada a cada pieza esta nos puede dar la información necesaria del periodo o momento en el que se acuño.
Además de para legitimar un trono y de ser utilizadas como uso propagandístico y campaña política como ya hemos visto, las monedas también servían para incidir en temas religiosos, como se produce en el caso de los Reyes Católicos. Los monarcas introducirán elementos religiosos en su moneda para remarcar el carácter sagrado de sus empresas y el favor que recibían de Dios en las mismas. El ejemplo más claro es la producción de monedas con el águila de San Juan divisa personal de la reina y que utilizaba desde que era princesa.
Como sucedería con todos los aspectos de los reinos de los Reyes Católicos, estos se preocuparon y ocuparon de otorgar una estabilidad al sistema monetario, unificar pesos y medidas, equiparar leyes con las de las monedas exteriores para conseguir que el oro castellano permaneciera en Castilla. Este propósito era difícil de conseguir, y como se puede conocer por las diversas disposiciones legales los Reyes Católicos no logran su propósito. De este modo, los Reyes se verán obligados a ir introduciendo mejoras y variaciones conforme se les presentaban los problemas, como por ejemplo la aceptación oficial en la Pragmática de Medina del Campo (13 de junio de 1497), donde se acepta el uso del florín y del ducado sustituyendo la dobla y el castellano[1].
            Como dice la doctora doña María Ruiz Trapero en el caso del reinado de los Reyes Católicos:
“La moneda es el documento histórico que con mayor objetividad nos refiere su reinado y época, ya que además de participar de su convivencia, protagonizo la financiación de todas las empresas y fue el instrumento decisivo para sanear la caótica situación del Estado Medieval heredado de su hermano Enrique IV y hacerle hegemónico, y conseguir desde la plenitud de ese mismo Estado medieval ya saneado, y en el mismo reinado transformarle en un nuevo Estado; un Estado moderno apto para acoger y desarrollar nuevas instituciones, dotándole de una filosofía política de vocación europea, y de la mentalidad necesaria para poder convertir a Castilla y con ella a España en su eje difusor.[2]
Esta es la síntesis perfecta de lo que puede llegar a significar el estudio de las piezas monetarias, desde el metal, la ley de las piezas, el peso, el método de acuñación como las improntas de anversos y reversos y las leyendas inscritas en las mismas.
            Realmente el sistema monetario comenzado por los Reyes Católicos no llegaría a su culminación hasta el reinado del primer Borbón, Felipe V que asumiendo las innovaciones de los Reyes Católicos, así como de sus sucesores consiguió crear un sistema monetario castellano estable y que se llega a convertir en divisa internacional.



[1] FRANCISCO DE OLMOS, J. María “La moneda castellana de los Reyes Católicos. Un documento económico y político”, Revista General de Información y Documentación, 9, nº 1 (1999), p. 23.
[2]RUIS TRAPERO, María “La reforma monetaria de los Reyes Católicos: su importancia histórica” GALENDE DIAZ, J. Carlos (Dir.) III Jornada Científica Sobre Documentación en época de los Reyes Católicos.Dpto. de Ciencias y Técnicas Historiográficas Universidad Complutense de Madrid, 2004. P. 252.

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