domingo, 28 de diciembre de 2014

NUEVO BAZTÁN: UNA CIUDAD INDUSTRIAL DEL SIGLO XVIII

La villa de Nuevo Baztán fue fundada por Juan de Goyeneche a principios del siglo XVIII a 45 kilómetros al este de Madrid, cerca de Alcalá de Henares, siendo uno de los más singulares ejemplos del urbanismo barroco español. Se trataba de un ambicioso proyecto de industrialización y repoblación, que fue ejecutado según los planos del arquitecto José de Churriguera, combinando un recinto palaciego y otro fabril.


El reformista Juan de Goyeneche

Juan de Goyeneche nació en Arizcún, en el navarro valle de Baztán, en 1656. Tiempo después se trasladó a la Corte, donde ingresó en el Colegio Imperial de los Jesuitas, en donde comenzó a tomar contacto con los círculos del poder y con los grupos intelectuales madrileños. Desde el principio, fue visto como un reformista que buscaba la renovación política, económica, científica y cultural de España.

Dentro de la corte de Carlos II desempeñó varias funciones como tesorero, donde cabe destacar su papel al frente de las Tesorerías de las Reales Casas de las Reinas de España. Así mismo, fue escritor, editor y empresario periodístico, en donde destacó como creador de la Gaceta de Madrid en 1697, que sustituyó a las viejas publicaciones de noticias gracias a la gestión de renovación e impulso de la prensa de Goyeneche, dando lugar a una empresa periodística estable, moderna y con un notable cuerpo de corresponsales y traductores. Sus negocios no sólo se limitaron al mundo editorial, sino que también actuó como asentista de la Marina consiguiendo el monopolio en Navarra del abastecimiento de madera, brea y alquitrán a los astilleros atlánticos y mediterráneos españoles
.

Tras la muerte de Carlos II, Goyeneche se decantó por Felipe de Anjou como nuevo monarca español. En numerosas ocasiones afrontó de sus bolsillos gastos de la Corona española, como el utillaje de la flota hispana para la defensa de Cádiz contra la marina inglesa en 1702, e incluso realizó préstamos al rey Felipe V para aprovisionamiento de la tropa. Así mismo, costeó la construcción de una fábrica de paños para el ejército, la cual la instaló en la localidad madrileña de Olmeda de las Fuentes.

Goyeneche era un gran seguidor y defensor de las ideas económicas del que fue ministro de  finanzas de Luis XIV, Jean Baptiste Colbert, viendo en la figura del rey Borbón una manera de poder implantar estas medidas económicas en España, tras los intentos frustrados del conde de Oropesa en los últimos años del reinado de Carlos II. Dentro de esta ‘ideología’ colbertista se encuentra su empresa particular de Nuevo Baztán.


La villa industrial y señorial de Nuevo Baztán

Nuevo Baztán fue un conjunto urbano de nuevo trazado, construido a partir de 1709 en terrenos que eran posesión de Juan de Goyeneche, dentro del municipio de La Olmeda, del que el navarro era Señor, ya que también entraba dentro de sus aspiraciones la voluntad de afirmación del prestigio personal y la necesidad de reconocimiento de su linaje dentro de la sociedad madrileña.

La empresa fue dirigida por el propio Goyeneche con el objetivo de revertir el detraimiento industrial del país y la recesión demográfica. La idea no era sólo la mejora de la comarca, sino también generar una serie de productos que con el paso del tiempo pudieran competir en el mercado internacional, reduciendo la importación masiva de manufacturas, equilibrar la balanza de pagos y sanear las cuentas de la Monarquía. De Felipe V obtuvo exenciones, privilegios y franquicias, dentro de la política de fomento industrial auspiciada desde la Corona.


La producción industrial en Nuevo Baztán se inició en 1715 con la puesta en marcha de una fábrica de sombreros de munición y otros artículos textiles y de cuero, en un principio para el abastecimiento del ejército. Con el paso del tiempo se fueron ampliando nuevas manufacturas: aguardiente; industrias de cera y confitería; fábricas de papel y cristales ordinarios; zapaterías y talleres de tejidos de seda, pañuelos… Todas estas industrias atrajeron a la localidad especialistas en cada sector y mano de obra sin cualificar, así como agricultores para abastecer al nuevo mercado local. Los maestros fueron traídos de diferentes lugares de Europa, con el objetivo de formar a los equipos españoles, ofreciéndoles viviendas y todo lo que necesitaran para desarrollar su vida y su labor, y permitiéndoles participar en un pequeño porcentaje de los beneficios. Las ganancias de la venta de las manufacturas recaían en los bolsillos de Juan de Goyeneche, tras pagar a los artesanos y operarios.

En 1720, cuando la villa contaba ya con 500 habitantes, Goyeneche, viendo el éxito de su iniciativa, decide ampliar el negocio con la construcción de de una fábrica de cristales finos, que volvió a contar con el apoyo del monarca. Sus productos fueron de gran calidad y gozaron de gran popularidad, siendo demandados desde Europa y desde el Nuevo Mundo. No obstante, la falta de combustible y los enfrentamientos con los comerciantes extranjeros por el monopolio de la comercialización del vidrio hicieron que la fábrica de vidrio se resintiera notablemente, entrando en pérdidas.

El esplendor de Nuevo Baztán fue efímero. La decadencia vino de la mano de la presión de la competencia internacional y de las industrias nacionales, de un sistema productivo más cercano a lo artesanal que a lo verdaderamente industrial, de numerosos problemas técnicos en las fábricas, de una teoría económica defendida por Goyeneche que comenzaba a estar desfasada al ser sobrepasada por los primeros indicios de la Ilustración, y de un excesivo personalismo del fundador, sin cuya figura apenas sobrevivió el lugar. En la década de los años treinta del siglo XVIII empezaron las quiebras de las fábricas, la emigración de operarios y el fin del comercio en Nuevo Baztán. A pesar de nuevos intentos de recuperar el esplendor de la villa industrial en 1748 por parte de su hijo Francisco Miguel de Goyeneche con una fábrica de jabón, Nuevo Baztán pasó a ser un pueblo agrícola más de la comarca.


Bibliografía

BASCO ESQUIVIAS, Beatriz, “El Nuevo Baztán. Una encrucijada entre la tradición y el progreso”, en El innovador Juan de Goyeneche. El señorío de La Olmeda y el conjunto arquitectónico de Nuevo Baztán, Madrid, Comunidad de Madrid, 1991, pp. 27-50.

DÍAZ ALLER, María E., “La rehabilitación del conjunto monumental de Nuevo Baztán”, en El innovador Juan de Goyeneche. El señorío de La Olmeda y el conjunto arquitectónico de Nuevo Baztán, Madrid, Comunidad de Madrid, 1991, pp. 1-14.

LAYUNO ROSAS, María Ángeles, “Las primeras ‘ciudades de la industria’. Trazados urbanos, efectos territoriales y dimensión patrimonial. La experiencia de Nuevo Baztán (Madrid)”, Scripta Nova: Revista electrónica de geografía y ciencias sociales (2013), nº 17. http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-451.htm

TOVAR MARTÍN, Virginia, “Nuevo Baztán: una experiencia industrial del siglo XVIII”, en Establecimientos tradicionales madrileños. Cuaderno VIII. Periferia de Madrid y pueblos de la Comunidad¸ Madrid, Cámara de Comercio e Industria, 1988, pp. 337-351.

1 comentario: