El
escenario inicial de los negocios mineros de los Függer fue la zona que conecta
los Cárpatos y los Alpes, en las regiones tradicionalmente mineras de Sajonia,
el Tirol y Bohemia, que tenían abundantes reservas de plata y cobre.
El
primer negocio de los Függer en este sector se estableció en la provincia natal
de esta familia, Augsburgo, con Jakob I o Jakob el Viejo. A pesar de no tener
mucha información acerca de los negocios de Jakob I sí se sabe que a su muerte
en 1469, había acumulado siete veces la riqueza de los hombres más ricos de
Augsburgo. Fue sin embargo con su hijo, Jakob II o Jakob el Rico, cuando la
compañía de los Függer empezó a construir una cadena global de inversiones y
operaciones en torno a la minería. Hubo dos catalizadores que colocaron a los
Függer en el centro del circuito financiero de metales que conectaban las
regiones mineras de Europa Central: los negocios que la compañía tenía en el
Tirol y la financiación al emperador mediante préstamos, primero a Maximiliano
I y después a Carlos V.
El
caso del Tirol es el primer ejemplo del tipo de prácticas llevadas a cabo por
los Függer y es representativo de la dinámica que continuarán a lo largo del
siglo XVI y que se basa en los préstamos de crédito entregados a diferentes
personalidades. En 1487 estalla una revuelta en las inmediaciones del Tirol
debido a la intención del archiduque Segismundo de Tirol de incautar los
terrenos de la zona en la cual estaban asentados un grupo de empresarios
venecianos que tenían los derechos de producción de una industria aceitera. A
raíz de las protestas, el Papa Inocencio VIII intercede a favor de los
venecianos y obliga al archiduque a entregarles una indemnización de 100.000
florines. Sin embargo, Segismundo no es capaz de conseguir el dinero de esta
compensación, por lo que entran en juego los Függer, que adelantan el dinero al
archiduque mediante dos préstamos (un primero de 23.627 florines y un segundo
de 150.000 florines). En concepto de pago, Segismundo les concede mediante un
contrato el derecho de explotar las minas de plata de Schwaz, hasta que
finalice la deuda contraída con ellos. Además, les permite comprar plata de
otras minas de Tirol con tasas preferenciales. Este contrato tendrá una
vigencia de cinco años, tiempo en el que Segismundo deberá devolver el dinero
adelantado. En caso de no ser así, los Függer recibirían los ingresos totales
de la producción minera tirolesa. De esta manera, el Tirol se convirtió en el
centro de los negocios mineros y de comercio de metales de los Függer.
Estas
operaciones sientan un precedente sobre lo que harán más tarde en las minas de
Almadén en España, entregadas a los Függer en calidad de arrendatarios como
pago por los sobornos realizados a los electores imperiales para que votasen a
favor de Carlos V. Asimismo, los préstamos de 1487 dejaron claro que los reyes,
príncipes y señores dependían de los mercaderes, empresarios y comerciantes que
generaban riqueza en metales, comenzando así un sistema de relaciones entre
gobierno y capital que perdura hoy en día.
- GRAULAU,
J., “Finance, Industry and Globalisation in the Early Modern Period: the
Example of the Metallic Business of the House of Fugger” en Rivista
di Studi Politici Internazionali, nº300, vol.4 (2008).
No hay comentarios:
Publicar un comentario