GRUPO 4. Síntesis/comentario de las clases del 27-28 de octubre

La semana pasada las actividades de clase giraron en torno a un tema común: la Fisiocracia. Se dio una noción general de en qué consiste esta teoría económica, sus características principales, además de la lectura del capítulo correspondiente a los fisiócratas del libro de “Historia del Pensamiento Económico” de Perdices de Blas. La Fisiocracia es la primera escuela económica propiamente dicha y sostenía que todo el universo, incluidas las actividades económicas, funcionaban con arreglo a unas determinadas leyes a las que se debía dejar actuar libremente sin ningún tipo de intervencionismo por parte del estado. Consideraban que la agricultura era la única actividad capaz de producir un aumento de la riqueza.

Además, se puso en relación el pensamiento de los fisiócratas con el de los mercantilistas, ya visto anteriormente en clase, y con Adam Smith y el liberalismo económico. La escuela fisiócrata realizó una crítica al pensamiento mercantilista y su primacía del comercio exterior, ya que consideraba que la esperanza de obtener ganancias nacionales a costa de otros países no era nada más que una ilusión porque esas ganancias obtenidas se perderían en las futuras guerras con los países perjudicados. Por ello, la fisiocracia da gran importancia a la creación de un sistema agrícola eficaz a gran escala basado en la ley natural, y de ahí su nombre, que significa “gobierno de la naturaleza”. También se habló sobre François Quesnay (1694-1774), como fundador y uno de los principales representantes del pensamiento fisiócrata, y del pensamiento de los proyectistas españoles del siglo XVIII.

Nos sorprendió que la escuela fisiócrata tuviera una vigencia tan corta, no más de un cuarto de siglo, que su aplicación no fuera efectiva más allá de Francia y que fuera criticada tanto por mercantilistas como por liberalistas como Adam Smith, que aunque sí reconocía que la agricultura era la actividad económica más productiva, no estaba de acuerdo con la denominación de “improductivas” de la actividad mercantil y artesanal, ya que todas las actividades económicas eran productivas, en mayor o en menor medida.