lunes, 3 de noviembre de 2014

Lectura del artículo Influencia de Adam Smith en España (Segunda Parte). Grupo 7.


Hemos comenzado la lectura de la segunda parte del artículo por el apartado referido al Laissez faire en educación, donde el traductor y economista Alonso Ortiz se opone a la teoría de Smith de que el sueldo del profesor debe ser pagado por los alumnos en vez de tener una remuneración fija. Pese a este desacuerdo, Ortiz estuvo muy influenciad por La riqueza de las naciones y su liberalismo se deja ver la oposición a los gremios y a la Mesta y la crítica al desarrollo de la ganadería, visto por él como una vuelta a las formas de producción primitivas.


La obra más importante (a parte de la traducción de La riqueza de las naciones) que realizó Ortiz fue el Ensayo sobre la Moneda-Papel, donde aplica la teoría de Smith a un caso extremo: la España del siglo XVIII. En este aplicación es donde se pueden ver los aciertos y errores de Smith y la interpretación que Ortiz hace del economista escocés. Adam Smith defendía que la riqueza reside en los “bienes que circulaban y no en la rueda que los hace circular”. Fiándonos de esta afirmación, parece que Smith resta importancia a la moneda, pero el escocés también sostenía que la moneda era el instrumento necesario para que se pudiera llevar a cabo el comercio y, por lo tanto, era necesario tener en cuenta los costes de producción de la moneda. Para reducir los costes Smith propone la emisión de billetes pero con límites: que no excedan la cantidad de oro y plata y que sean siempre convertibles a moneda. Ortiz en principio se opone a los billetes afirmando que la moneda tiene que tener un paralelo con la materia prima con que se realiza, por lo que la introducción de billetes conduciría a una devaluación monetaria y, por ende, una subida de salarios y precios. En esta teoría se ve que Ortiz no termina de comprender el límite de la convertibilidad que fija Smith. Ante la emisión de billetes Alonso Ortiz propone una serie de precauciones:

  • No exceder los valores de oro y plata. La depreciación de billetes sería síntoma de sobre-emisión.
  • Limitación del uso de billetes a comercio al por mayor.
  • Adecuado interés de los vales.
  • Creación de un fondo de reducción como árbitro del gobierno que lo “excuse de pagar sumas por el interés de los vales”.
Hablar del liberalismo económico en España es hablar de Jovellanos. Nació en Gijón en 1744, estudió primero para clérigo y luego cambió de campo para estudiar leyes. Ejerció como Alcalde del Crimen en la Audiencia de Sevilla, escribió obras teatrales y líricas, fue miembro de la Sociedad Económica de Sevilla y de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, participó en el consejo de creación del Banco de San Carlos y, en el final de su vida, fue un destaca impulsor de las Cortes de Cádiz antes de morir en las aguas asturianas en 1810.


La principal contribución de Jovellanos a la economía fue el Informe en el expediente de la Ley Agraria, que muestra una marcada influencia del libro III de La riqueza de las naciones y de la concepción escocesa (Smith, Hume, Ferguson...) del hombre. Defendía el liberalismo en la agricultura: la ley tiene que evitar los estorbos a la actividad agrícola. Estos estorbos son de tres tipos:
  • Políticos: “las malas leyes”
  • Morales: prejuicios y falta de conocimiento.
  • Físicos: geografía y climatología.


Jovellanos se centra más en la crítica a los “estorbos políticos”: se opone a los privilegios de la Mesta, a las manos muertas y a los mayorazgos. También condena leyes como la prohibición del rompimiento de dehesas, la prohibición de los cerramientos, la obligación de arrendar y la fijación de una tasa en el precio de la “yerbas”. Sin embargo, sus afirmaciones siempre van seguidas de otras ideas que las moderan. También realiza un estudio sobre los impuestos que divide entre rentas provinciales (consumo, millones, alcabala) y la rentas generales (aduanas).


Valentín de Foronda (cónsul de España en Filadelfia) en Carta sobre los asuntos más exquisitos de la economía política y sobre las leyes criminales defiende la triada liberal, “propiedad, libertad y seguridad”, asocia la plata (moneda) a la abundancia de manufacturas y no directamente a la riqueza y relaciona la tasa de precio con la concurrencia. Criticó a Smith en la defensa que hizo el escocés de los bounties y las Actas de Navegación.


Vicente Alcalá Galdiano (tío del político) escribió Sobre la necesidad y justicia de los tributos, los fondos de donde deben sacarse y los medios de recaudarlos. En este escrito defendió las obras e instituciones públicas porque “contribuyen al adorno, prosperidad y la ilustración del pueblo”. Su teoría de la riqueza dice que ésta depende del trabajo anual del conjunto de individuos. Defendió el impuesto a la renta del propietario porque ésta no afectaba al precio final al ganarse después de la producción y venta del producto.


Por último, destacó Ramón Campos, un autor poco conocido que escribió La economía reducida a principios exactos, claros y sencillos, obra en la que basa el progreso de la riqueza en la división del trabajo.


En 1784 se inauguró la primera cátedra de Economía Civil y Comercio y durante el siglo XIX se desarrollaron estudios económicos en España. Sin embargo, la obra de Smith fue menos valorada que otras debido a su carácter “poco metódico”. Además, poco a poco, sobre todo en Cataluña, se desarrollaban tendencias proteccionistas, cuya culminación sería la Restauración canovista, que se contrapone al liberalismo de 1869 de la Revolución Gloriosa. El autor concluye el artículo con unas líneas sobre la escasa influencia de Smith en España.


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