La industria española va a sufrir durante el siglo
XVI una situación de crecimiento y decadencia. Un crecimiento en la producción enmarcada
en la primera mitad de siglo y a partir de 1550 y sobre todo a partir de 1580
estas industrias sufrirán un retroceso. Por lo tanto va a ser un crecimiento
efímero y que fue favorecido por tres factores: un crecimiento demográfico, la
presencia de metales provenientes de América y por la revolución de los precios
(aunque este factor luego se convirtió en una de las causas por las que la
industria entraría en un retroceso). Aunque la producción creció nunca llegó al
nivel de países como Inglaterra o Italia. Entre las causas de por qué se produjo
esto, John Lynch señala tres:
- - En primer lugar por el
mantenimiento de una economía tradicional orientada a la cría de ovejas y a la exportación
de su lana.
- - Otra sería debido a la política
proteccionista llevada a cabo por Carlos V sobre la industria flamenca, e incluso
se habla de la excesiva normativa a la que se veía sometida la industria española.
- - Por último, también se ha hablado
de la falta de formación de los tejedores y el poco avance industrial que llevó
a la industria textil castellana a perder sus comercios debido al
encarecimiento de sus productos y a la baja calidad de estos.
A continuación se va a hablar de dos tipos de
industrial que se vieron favorecidas en primer lugar y que luego, como ya se ha
señalado, sufrirán un retroceso. Se habla de la industria textil y de la
industria metalúrgica.
Con respecto a la industria textil, me referiré a
tres focos de producción que destacaron en este siglo: Segovia, Córdoba y
Madrid. Empezando por Segovia, esta fue uno de los principales centros tanto de
producción como de consumo. Su industria alcanzó su mayor auge hasta 1580, a
partir de entonces su producción empieza a descender. Este problema se dio en
gran medida por la ausencia de un intercambio entre el mundo rural y la ciudad,
esto generaba menos demanda de productos segovianos. Esta falta de intercambio,
y por ende falta de demanda, se debió a l acaparamiento de la riqueza que generaba
la agricultura en una élite social, la cual a través de impuestos (como es el
diezmo), el aumento de los alquileres, etc, amasaban en sus manos toda la
riqueza, impidiendo que los campesinos pudieran convertirse en consumidores de
esos productos textiles que se generaban en la ciudad.
Otro problema
al que tuvo que hacer frente esta industria segoviana fueron los impuestos. Las
campañas militares en Europa provocaron un aumento en la carga tributaria
(destacando dos fechas importantes: 1575 y 1590). Este aumento de los impuestos
generó un desvío de la inversión de capital hacia la exportación de la lana.
Córdoba sería otro ejemplo de fracaso industrial. Durante
la primera mitad del siglo XVI Córdoba era una ciudad importante económicamente
hablando, ya que era un centro de producción y de exportación agrícola, era una
ciudad que recibía capital para la industria y abastecía al mercado de paños y
seda. Pero al igual que sucedió en Segovia, a partir de 1580 Córdoba entra en
un proceso de retroceso que duró hasta el siglo XVII. Esta crisis de la
industria textil cordobesa vino generada por una crisis agrícola (el
endeudamiento del campesinado hizo caer el mercado rural y por tanto menos demanda de bienes).
Por último, hablar de Madrid, que su situación fue
la misma que la que sufrió Córdoba y Segovia.
La industria que sí conoció un cierto progreso e
incluso llegó a superar a la industria pañera fue la industria textil de la
seda. Esta industria presenta una tradición morisca y sus principales centros
de producción se encontraban en Valencia, Murcia y Granada. Otra industria
heredada de los árabes fue la industria del cuero, la cual también alcanzó un
mayor desarrollo durante el siglo XVI.
El otro tipo de industria al cual haré referencia será
a la industria del hierro, la cual se situaba en Vizcaya. Este mercado del
hierro se vio favorecido en primer lugar por su buen acceso a los mercados
exteriores desde el puerto de Bilbao. A cambio del hierro, los vizcaínos obtenían
productos agrícolas. De toda la producción del hierro, una parte estaba
destinada al comercio exterior, pero la gran mayoría se quedaba en Vizcaya,
donde se trabajaba en las forjas.
El empleo de la fuerza hidráulica supuso una revolución
en la industria, ya que permitió abandonar los métodos tradicionales. También como
consecuencia de esto vamos a encontrar que las forjas se sitúen a las orillas
de los ríos (las mesuqueras).
Vizcaya no fue solo importante por la producción de
hierro, también lo fue por sus astilleros y por la producción de barcos. Esta industria
naval se vio favorecida por sus suministros de madera y hierro local y porque
estaba bien posicionada en el comercio entre Castilla y los Países Bajos. Además
señalar que las guerras exigían un aumento de la producción.
Pero de la misma manera que la industria textil
entró en decadencia, también le pasaría lo mismo a la industria vizcaína. La presión
por parte del Estado hizo que se sustituyera la producción de barcos mercantes
por barcos de guerra. También va a sufrir un encarecimiento de las materias
primas debido a la revolución de los precios. Se va a llevar a cabo la confiscación
de barcos por parte del Estado ( a través del sistema de flete y embargo) y se
va a dar un estancamiento técnico que hace que no se innove o se perfeccionen
los barcos.
Por lo tanto este fracaso industrial que se dio en
la España del siglo XVI se debió a la revolución de los precios, al aumento de
los impuestos. También se ha hablado de la falta de iniciativa por parte del
Estado o a la mala inversión de los metales procedentes de América, los cuales
se destinaban a las campañas militares, a equilibrar la balanza deficitaria de
España en Europa.
BIBLIOGRAFÍA:
LYNCH, John. Historia de España 11, Monarquía e imperio: el reinado de Carlos V. Madrid: el País, 2007.
MARTINEZ RUIZ, Enrique [et al.]. Introducción a la historia moderna. Madrid: Itsmo, D.L. 2000.
Hola Kevin:
ResponderEliminarLos libros que has utilizado quizás no son los más actuales. Uno es un manual de hace algunos años, mientras que Lynch es un clásico ya superado.
Por ejemplo, los trabajos de J. A. Nieto Sánchez sobre la industria de Madrid demuestra que se produjo un notable desarrollo de la misma durante toda la Edad Moderna, frente a la visión clásica de D. Ringrose. Hablaremos de ello en clase.