1. EL MERCANTILISMO
Se dan una serie de cambios en
la vida económica en Europa desde mediados del siglo XV, como la paulatina
desaparición de la fragmentación económica del feudalismo y el desarrollo de
manufacturas, la expansión ultramarina y el incremento del comercio
internacional.
Adam Smith usó el término
“mercantilismo” para criticar las propuestas de los inicios del siglo XVI hasta
mediados del XVII, porque creía que habían sido propuestas económicas erróneas
que otorgaban mayor rango al comercio que a la producción. Estas políticas
económicas, erróneas o no, estuvieron presentes en la mayoría de las
monarquías europeas durante 3 siglos, coexistiendo durante el siglo XVI con las
reflexiones del escolasticismo medieval (importancia especial en España).
Es difícil definir el término
mercantilismo, ya que fue un fenómeno complejo. Eli Heckscher afirmaba que
el mercantilismo no había existido nunca realmente; sin embargo, sí que
hubo unos elementos comunes compartidos por los mercantilistas:
- Identificación de la riqueza nacional con la
posesión de oro y plata
- Fomento del crecimiento demográfico
- Apoyo al desarrollo industrial
- Necesidad de la intervención del poder
político como regulador de la economía del Estado
- Búsqueda de una balanza comercial favorable
Durante la génesis del Estado
moderno se produce el fin del feudalismo y las economías fragmentadas,
empezándose a concebir la economía como un todo sobre el que podía influir la
autoridad del monarca. La economía está al servicio del Estado, los
mercantilistas proponen la acumulación de metales preciosos para crear riqueza
y poder hacer frente a los gastos del Estado (ejército, maquinaria estatal…).
El oro y la plata la obtenían de las minas o del saldo favorable de la balanza
de pagos (exportando más que importando). El intervencionismo político aparece
para hacer frente a las necesidades financieras y proporcionar prosperidad a la
nación (creación de industrias de iniciativa estatal y fomento del comercio).
Según Pierre Deyon el
mercantilismo fue una práctica económica coherente y eficaz, desplegada por
los estados europeos desde el siglo XVI al XVIII que permitió el progreso del
continente, aunque en cada Estado encontremos especificidades.
1.1 El Mercantilismo hispano: la Escuela de Salamanca
El descubrimiento de América
supuso la incorporación de América a los circuitos comerciales de Europa. La
Corona castellana explotó los metales preciosos de América para llevarlos a la
economía europea (que estaba en decadencia de metales preciosos desde hacía
siglo y medio). Se produce una gran inflación que da lugar a la “revolución de
los precios”.
En el siglo XVI se da un elevado
nivel de razonamiento, que es el origen del pensamiento económico. Los
protagonistas son los teólogos y moralistas de la Escuela de Salamanca.
Numerosas aportaciones al pensamiento económico, crearán una “doctrina”
original en la época del mercantilismo. Ideas sobre la naturaleza y
límites de la propiedad privada de los medios de producción; doctrina sobre el
“precio justo”, las formas de mercado y el comercio exterior.
Destacan Luis Ortiz, Martín de
Azpilcueta con la teoría cuantitativa del dinero, y los
arbitristas del siglo XVII, como Luis González y Fernández de Navarrete;
dicen que el oro y la plata americana habían elevado los precios de los
productos españoles y así no podían competir con la competencia extranjera,
además de que la excesiva circulación monetaria hizo que hubiera mucho gasto
público y la productividad decayera, dando lugar a la
ruina económica.
1.2 EL MERCANTILISMO EN EL RESTO DE ESTADOS EUROPEOS
Según Deyon, los únicos
estados con una política económica coherente en el XVII fueron Francia e
Inglaterra.
*El colbertismo
La estructura de Francia tras
las Guerras de Religión exigía la reorganización del gobierno, la
administración y las finanzas. El plan de resurgimiento de la economía francesa
fue ideado por Barthélemy de Laffemas, que defendía el desarrollo comercial y el
de las manufacturas, la mejora de las comunicaciones y combatir las
importaciones siendo sustituidas por producciones nacionales. Junto a Laffemas,
también destacaron Montchrétien y Bodin, el cual elaboró la Teoría cuantitativa
del dinero doce años después que Martín de Azpilicueta.
Colbert fue quien dirigió la
política económica de Luis XIV siguiendo las estelas de sus antecesores, como
los ya mencionados o el Cardenal Richelieu. Se centró en sanear la
hacienda real mediante la creación de un presupuesto anual y mejorar la
recolección fiscal; también fomentó y protegió las manufacturas francesas con
la creación de las Manufacturas Reales, que eran controladas por el Estado.
Así mismo, procuró desarrollar las exportaciones mediante una política aduanera
que perjudicaba la importación, impulsó el crecimiento demográfico, mejoró el
sistema de transportes, aumentó los días laborales, ideó un ambicioso programa
naval y creó Compañías Privilegiadas para el comercio exterior.
*El mercantilismo inglés
La Corona inglesa adoptó el
mercantilismo a finales del XVI pero adoptándolo a sus circunstancias. Destaca
la figura de Thomas Mun, que defendía la exportación sobre la importación y
consideraba todo lo foráneo como un rival; así mismo, reclamaba la intervención
del Estado para sacar adelante una economía eficiente.
El gobierno inglés se centró
en promover ciertas producciones, reservar el comercio exterior a su marina y
sus comerciantes (Actas de Navegación que desembocaron incluso en guerras con otros países), y limitar la circulación
de determinados bienes mediante medidas impositivas. La originalidad del
mercantilismo inglés radica en que protegió también a la agricultura
favoreciendo la exportación de granos y limitando las importaciones. En cuanto
a la industria mantuvo una política proteccionista.
*Los otros mercantilismos
-SUECIA: privilegios a las
manufacturas laneras y las compañías de alquitrán y sal; impulso exportaciones;
desarrollo marina para control comercio del Báltico.
-PROVINCIAS UNIDAS: fue
la primera potencia europea a lo largo del siglo XVII. Se permitió la
libertad en los movimientos internacionales de moneda y de especias y se
convirtieron en intermediarios financieros y Ámsterdam en depósito económico
internacional. Enfrentamientos con Inglaterra por las Actas de Navegación,
ya que Holanda defendía el Mare Liberum.
Durante el siglo XVIII, el
mercantilismo fue adoptado por los estados del este de Europa como Rusia o
Prusia.
2. LA FISIOCRACIA
2.1 Precedentes: Cantillon
La especialización del conocimiento
científico que acompaña al siglo XVIII hace que el mercantilismo sea
objeto de revisión por algunos autores como Petty o Cantillon. Éste último,
se erige como figura clave para entender al nuevo clima de opinión que llena la
época. Van a destacar sus Ensayos sobre
la naturaleza del comercio en general, sosteniendo
que la tierra es la fuente de riqueza, y no el comercio ni el dinero. El
trabajo se limitaría solo a transformar la tierra. El prestigio de Cantillon
va a venir por el mecanismo de los precios. El dinero para él no constituía en
sí mismo una riqueza y tenía dos tipos de precios:
o Intrínseco: el precio venía determinado
por la cantidad de tierra y trabajo que entra en la producción de un objeto.
o Extrínseco: El precio se relacionaba
directamente con el dinero y oscilaba según la oferta y la demanda.
Por esto, se mostraba partidario de la
existencia de un banco central único, como objetivo de controlar el valor del
dinero y evitar la inflación, planteamiento heredado por los fisiócratas.
2.2 François Quesnay y el
Tableau Économique
La Fisiocracia es la primera escuela
económica, propiamente dicha, que surge en la historia y es Quesnay, el
formulador de la primera teoría económica global. Sostenía que todo el universo, incluidas
las actividades económicas, funcionaban con arreglo a unas determinadas leyes a
las que se debía dejar actuar libremente sin ningún tipo de intervencionismo
por parte del estado. Las líneas de la escuela fisiocrática están en su Tableau Économique:
o Agricultura: única actividad
capaz de producir un aumento de la riqueza.
o Industria y comercio:
transformaba y transportaba los productos de la agricultura y eran incapaces de
crear riqueza, pero los considera necesario.
Este planteamiento le conduce a establecer
una división del trabajo en productivo y estéril, dividiendo a su vez la
sociedad en productiva, estéril o propietaria.
o Clase estéril: Artesanos, industriales, comerciantes y
todas aquellas personas que desempeñan actividades no productivas.
o Clase productiva: campesinos y arrendatarios
que trabajan la tierra.
o Clase propietaria: propietarios
agrarios
adscritos a los estamentos privilegiados y cuyas rentas, servirían para
distribuir el excedente generado por la primera de las clases; entre todo
el cuerpo social.
La teoría distributiva quedó plasmada en
forma de zig-zag, adaptando la forma de hoja de balance. Muestra que la fuente
de la riqueza es la fertilidad del suelo.
2.3 La vigencia de
las propuestas fisiócratas
Eran necesarias reformas fiscales, provocando
la desaparición de la amplia y compleja variedad de impuestos existentes. Los
fisiócratas propusieron la creación de un
impuesto único. Quesnay separaba la propiedad de explotación, postulaba
el apoyo del gobierno a los auténticos trabajadores y empresarios de la tierra
y proponía la eliminación de aquellas pervivencias mercantiles.
Por tanto, los fisiócratas defendían el
fomento, la inversión en el campo por una agricultura a gran escala dotada de
métodos modernos
y, eliminan los obstáculos que impidan alcanzar la máxima rentabilidad a la
agricultura.
La escuela fisiócrata tuvo una vigencia corta
de no más allá de un cuarto de siglo, debido quizás a la fuerte implicación democrática.
Sus representantes más representativos junto con Quesnay y Riqueti, fueron
Rivière, Boudeau, Du Pont y Turgot. Desde la publicación en 1776 del ensayo
de Adam Smith sobre la causa de la riqueza de las naciones, la autoridad
doctrinal de la fisiocracia, quedó en entredicho y se acaba definitivamente con
la influencia de los fisiócratas.
3. Adam Smith y el liberalismo económico
3.1 La trayectoria vital del padre de la ciencia económica
En 1776 Adam Smith (1723-1790)
publica la que quizás sea su obra más conocida y una de las más importantes de
la teoría económica. Se trata de Ensayo
sobre la naturaleza y las causas de las riquezas de las naciones. El
éxito inmediato del libro (cinco ediciones en vida de Smith), lo convierten en referente
de la denominada Escuela Clásica, así como padre de la ciencia económica y de
la doctrina del liberalismo económico. El escocés es también conocido como
el primer economista académico, ya que a diferencia de sus antecesores fue
universitario en este caso en Glasgow, donde fue influenciado por Hutcheson.
Será nombrado catedrático de Lógica y de Filosofía moral en la universidad de
Glasgow, donde hizo una importante amistad con Hume.
En 1759 publica su primera gran
obra: La teoría de los sentimientos
morales, donde evidencia la influencia de su maestro y defiende de
manera clara la moral individualista y egoísta siempre y cuando esté dentro de
la justicia. El éxito le lleva a París, donde conocerá al ministro Turgot y con
el principal fisiócrata de la época Quesnay. A partir de 1767 escribe su
obra cumbre, donde muestra su concepción del desarrollo capitalista los
obstáculos que se oponían a él y cómo debían ser vencidos.
3.2 El modelo económico de Adam Smith
La base de la teoría de Smith
reside en la existencia de una ley natural justa y espontanea que despertaba en
el hombre el deseo de alcanzar las mayores cotas de bienestar mediante la
acumulación de bienes de trabajo. Este “egoísmo” individual por conseguir riqueza repercute de
manera positiva en la sociedad, queriendo siempre el individuo el bien de la
sociedad (lo denomina “espectador imparcial”). Estas ideas unidas a la
de la “mano invisible” del libre mercado (que ya aparece en su teoría de los sentimientos morales), garantizan
el desarrollo económico y la prosperidad general. Para él la búsqueda del
beneficio propio no es ilegitimo e inmoral sino necesario (lo recogerá en su
libro IV de la riqueza de las naciones).
Al plantearse cómo se obtiene el
desarrollo económico y la riqueza, Adam Smith se muestra crítico con el mercantilismo y
tacha de errónea la fórmula basada en la riqueza nacional por la acumulación de
dinero y metales preciosos. Tampoco comparte el postulado fisiócrata que
atribuye la riqueza al excedente agrícola. Para él la riqueza es fruto del
trabajo individual, siendo la actividad económica de un país la resultante de
la suma de todos los trabajos individuales. Para que el sistema pueda
funcionar era necesaria la existencia de una plena libertad económica,
tanto desde el punto de vista individual como desde el de las relaciones
comerciales entre naciones. Ello suponía la ruptura con un sistema que procedía
desde el Medievo y que otorgaba la regulación de la vida económica al municipio
y después al estado. A éste Smith lo consideraba útil únicamente como
garante del funcionamiento del “sistema de libertad natural”. De esta
manera la mano visible del estado debía respetar la mano invisible del mercado
y la propiedad privada. Le encomienda al soberano tres labores básicas:
proteger al territorio de agresiones, garantizar la justicia, y construir obras
públicas que no pudieran realizar entes individuales y privados.
3.3 El influjo de Adam Smith
A modo de conclusión, con el
fallecimiento de Adam Smith en 1790 se produjo de manera simbólica la ruptura con
una doctrina que se había mantenido inalterable desde hacía seis siglos:
transformaba el corporativismo y nacionalismo en individualismo y universalismo,
además de introducir el librecambismo el lugar del proteccionismo.
Supone el punto de partida del pensamiento económico moderno, y sus ideas
serán desarrolladas en GB por Malthus, David Ricardo y John Stuart Mill. En
Europa se considera al francés Jean Baptiste Say como el principal divulgador
de las ideas del escocés con su obra Tratado
de economía política.
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