Grupo 7: Los
mercantilistas ingleses
El mercantilismo
consideraba que la economía de un país mejoraba mediante la intervención del Estado
y para ello se necesitaba que éste fuera lo más fuerte posible; por lo que se
persiguió implementar un marco regulador que catalizara el desarrollo económico
del país y con ello posibilitar el aumento de los ingresos del Estado sobre la
base de la mayor riqueza del país, esto ya ofrece un mayor potencial recaudatorio, y de
la implementación de nuevas herramientas fiscales y mejora de las ya existentes
para así, con este incremento de los ingresos, poder atender a las cada vez
mayores obligaciones de los Estados. Para ello se establecieron una serie de
actuaciones y herramientas que fueron de uso común en los distintos Estados,
todas ellas perseguían su fortalecimiento:
·
Medidas proteccionistas, establecimiento
de aranceles a las mercancías importadas, y de carácter autárquico de fomento de la
producción propia.
·
Creación, financiación y promoción a
través del Estado de empresas de manufacturas: textiles, vidrio, porcelana,
minería etc.
·
Establecimiento de políticas coloniales
y de monopolios comerciales con las colonias.
·
Se fomentó la demografía, aumentaba el
mercado interno y proporcionaba una mayor base a las distintas actividades
económicas nacionales.
·
El bullonismo fue un dogma de fe y un
sistema monetario basado en los metales preciosos.
·
Otro de los objetivos establecidos era
el conseguir un balance comercial lo más favorable posible.
·
Y en lo posible simplificar y
racionalizar la política fiscal.
A principios del siglo
XVII Inglaterra sufrió una crisis comercial que dañó gravemente su economía lo
que propició que varios analizaran la problemática, detectarán los problemas y
propusieran distintas soluciones. Así cabe señalar a:
Gerard
Malynes que señala la necesidad de tener una balanza
comercial positiva pues lo contrario conducirá a una pérdida progresiva de
riqueza del país. No obstante, su gran preocupación es la extracción de metales
preciosos del país causada por las fluctuaciones de la tasa de cambio deriva de
las especulaciones y manipulaciones del mercado realizada por banqueros,
comerciantes y cambistas. Como solución propone un tipo de cambio basado en el
valor intrínseco de la moneda, solución lógica cuando no se trata de moneda fiduciaria
y
casi equivalente a una bolsa de metales.
Edward
Misselden defendió una posible devaluación de la moneda
inglesa, pues ello atraería capital, por la bajada de precio de los activos y del
coste de la mano de obra, lo que estimularía la actividad económica. Aunque coincidía
con Malynes en la importancia de un balance comercial positivo, mantuvo una larga
controversia con él, pues afirmaba que la extracción de metales preciosos
estaba provocada por el déficit de la balanza de pagos, mientras que Malynes
afirmaba que la extracción de metales preciosos
era consecuencia de bajo tipo de
cambio de la moneda inglesa fomentada por los comerciantes que perseguían
maximizar sus ganancias. Fruto de este debate fue el asentamiento del concepto
de balance comercial.
Thomas
Mun
afirmaba que la extracción de metales preciosos no deriva de la actividad
comercial, que los comerciantes no son especuladores y que sus intereses
coinciden con los del país; además, su actividad genera trabajo en otros campos.
Analiza y clasifica las actividades productivas de un país y las divide en
riquezas naturales, agricultura y minería, y artificial, comercio y
manufactura, siendo estas últimas las más provechosas para una nación, pues
permiten un mayor un mayor valor añadido y generación de empleo, en resumen más
riqueza. De esta manera rompe la visión tradicional de riqueza basada en el
sector primario y la traslada a los
sectores secundario y terciario.
Como conclusión básica,
es necesario el fomento de la riqueza artificial para aumentar las
exportaciones, lo que incluye la actividad reexportadora, y reducir las importaciones
mediante el aumento de la producción de bienes nacionales y la reducción de las
importaciones. Es contrario a la devaluación propuesta por Misselden, alteraría
el valor del dinero y crearía confusión, y podía desencadenar una reacción en
cadena por parte de los otros países Finalmente, indica que extracción de metal
precioso de país no es mala en sí, lo que es perjudicial es un saldo final
negativo.
John
Cary
defiende la bondad del comercio, ya que crea empleo e indica la conveniencia de
incentivar el consumo de productos nacionales, pues de esa manera se dará
trabajo a las gentes de esta nación.
Josiah
Child, comerciante de éxito, defiende la actuación de las
compañías comerciales por el empleo que su actividad genera en el país y el
alto valor añadido que aporta su actividad y coincide con el análisis de Mun de
que aunque la actividad comercial pueda suponer en un principio una extracción
de metales preciosos, lo importante es el saldo final del proceso y que éste
sea favorable.
Richard
Cantillon y James
Steuart introducen el concepto de balanza
comercial en términos de trabajo, de él se deduce que la exportación de
materias primas supone una pérdida de riqueza para el país, mientras que el
trabajo exportado supone una ganancia para el país, por ello hay que
desincentivar la importación de trabajo, compra de productos manufacturados
ajenos, e incentivar la exportación de éste. Además, señalar la poca
importancia que en principio daban en aquella al mercado interior de un país.
David
Hume
critica las intervenciones mercantilistas para mantener una balanza comercial
favorable con el fin de favorecer el empleo y la industria de un país, señala
que toda la actividad comercial está interrelacionada y que se irán corrigiendo
los desequilibrios que afloren de manera constante: hay una búsqueda constante
del equilibrio “teoría del mecanismo
autorregulador de la distribución internacional del numerario” , (cantidad
de dinero y nivel general de precios, a mayor numerario mayores precios se
pierde competitividad). Introduce el concepto de la división internacional del
trabajo, cada nación debe hacer aquello en lo que es más eficiente y afirma que
el comercio internacional no es una actividad de suma cero, sino que al contrario
que es una actividad de suma positiva.
Dudley
North defiende las ventajas que implica el ejercicio del
comercio libre de trabas y de cualquier reglamentación.
William
Petty y su discípulo Charles
Davenant propusieron la cuantificación y el análisis de las partidas de la
balanza comercial con el fin de encontrar leyes que explicasen el funcionamiento del mundo económico y del mercado.
No era un sistema que les hiciera feliz pero la medición de las partidas permitía
estimar la riqueza estimar la riqueza de un país y señalan que es una forma mejor
y mucho más objetiva de analizar la actividad comercial que la información, a veces
interesada, que podían proporcionar los propios comerciantes.
Preguntas:
1.- Con independencia
del desarrollo de las distintas teorías macroeconómicas que se han elaborado desde el siglo XIX: ¿Consideráis que han cambiado mucho las herramientas económicas
que disponen los países para influir en la Economía?, ¿han variado mucho sus
criterios de aplicación?
2.- Creéis que es
correcta “la teoría del mecanismo
autorregulador de la distribución internacional del numerario”, y que hay
que permitir la libertad de comercio y
de mercados, o hay que regular de alguna manera los mercados.
3.- ¿Esta todavía de alguna
manera vigente el principio de la división internacional del trabajo?
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