Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Fue un filósofo católico perteneciente a
la Orden de Predicadores; es una de los principales representantes dentro de la
corriente teológica-filosófica escolástica, que dominó el pensamiento medieval. Además, su
figura fue un referente en la metafísica incluso tras su muerte, siendo el
referente en las escuelas de pensamiento tomista y neotomista. Su principal
obra es Summa theologiae, en
donde trata casi 500 cuestiones, principalmente filosóficas y éticas. Sin embargo, su pensamiento
económico, ha pasado desapercibido en los estudios acerca de su persona.
En una época en la cual se intentaban explicar todas las
acciones humanas desde un punto de vista religioso, Santo Tomás elaboró una
teoría económica que versa, principalmente sobre tres aspectos que se detallan
a continuación:
-Propiedad privada: Muchos pensadores católicos
condenaron la propiedad privada y la actividad mercantil. Sin embargo, Santo
Tomás, alegaba que no había que valorar las riquezas más de lo que se valoraba
a Dios, por lo que los cristianos no deberían preocuparse de la existencia o no
de bienes, sino de cómo utilizarlos. Este pensamiento alegaba también que los
bienes propios se utilizaban mejor que aquellos comunes, sin embargo, se debería
considerar a los bienes como comunes y no impedir la participación a los demás
sobre ellos. Este planteamiento, legitimaba la actividad mercantil, que por el
siglo XIII comenzaba a ser importante, aunque su lucro debía de moderarse.
-Precio justo: Anteriormente, el denominado “precio justo”, era el costo de
producción, sin embargo, Santo Tomás, alega que el precio que debe tener un
producto viene determinado por su utilidad, y, por la “estimación común” de la sociedad sobre el producto.
-Condena al préstamo con interés: Santo Tomás
consideraba que, respecto a los préstamos de dinero, no se debe incrementar
cobrar dicho préstamo con un interés en función del tiempo que pase en devolver
el préstamo, puesto que el tiempo es un bien que todos poseen, por lo que no se
debe cobrar por él. Este
pensamiento tuvo calado en la Iglesia Católica, que llegó a prohibir la práctica del préstamo
con interés a sus fieles hasta el siglo XIX.
FUENTES:
-http://www.mises.cl/Mises2/?p=295
-http://www.eco-finanzas.com/economia/economistas/Tomas_pensamiento_economico.htm
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