En clase hemos visto que el pensamiento
católico y la Biblia afectaron en algunos aspectos de la economía en la Edad
Media y la Edad Moderna, así como en el pensamiento económico de ciertos
autores como Santo Tomás de Aquino. Sin embargo, otra de las religiones
mayoritarias en Europa, la musulmana con fuente principal el Corán, tiene su
propia visión económica, como veremos a continuación.
-Respecto
a la propiedad
El
Corán tiene como premisa básica que todo lo que ha sido creado por Dios, ha
sido otorgado a los hombres, los cuales tienen la responsabilidad de cuidarlo y
de compartirlo. Sin embargo, un aspecto reseñable, es que se considera que
determinados recursos como los minerales o los de procedencia marítima, no
deben ser de propiedad individual y tienen que estar al servicio de toda la
comunidad.
Relacionado
con la propiedad podemos incluir el concepto de herencia en el Islam, pues ésta
se reparte entre los herederos, por lo que se evita la acumulación de muchos
bienes en manos de un solo hombre.
-Impuesto
de purificación: Zakaat
Otra
de las dimensiones económicas importantes del Islam, es el tributo denominado
Zakaat, prescrito en el Corán, siendo uno de los 5 preceptos de la religión musulmana,
Mediante este impuesto se tributaba un
pequeño porcentaje en relación con los bienes disponibles. El objetivo de dicho
tributo era fundamentalmente ayudar a
los más necesitados, sin embargo, este impuesto también tenía otros objetivos,
como garantizar la fluidez y la rapidez de la circulación monetaria, agilizar
la economía nacional, incitar a la inversión económica, impedir la inflación y el desempleo y la creación de un ambiente de
solidaridad basado en el derecho[1].
Por
lo tanto, podemos ver como este impuesto impulsa el sistema económico musulmán y,
además impulsa la creación de pequeñas y medianas empresas mediante la
asociación de pequeños y medianos empresarios.
-Interés y usura
Respecto al interés y a la usura, el
sistema económico musulmán se caracteriza por una total ausencia de ambos, sin embargo, no podemos concluir que la
supresión del interés esté relacionada directamente con la inflación. La
mención en el Corán tanto al interés como a la usura, según Mirza Tahir Ahmad, lo haría seguido de una
mención a la guerra que sería declarada por Dios a los hombres, para volver a
instaurar un sistema económico sin interés.
-Préstamo
de dinero
El Corán también explicita el préstamo
de dinero en caso de necesidad, éste deberá ser sin interés, pues se debe
ayudar a las clases financieras menos pudientes, además si el receptor del
préstamo no pudiese devolver el dinero en el plazo acordado, se le deberá de
otorgar una prórroga, e incluso, si el prestador puede condenar la deuda, será
valorado positivamente a ojos de Dios, no obstante, en el caso de que el deudor
pueda restituir el pago, deberá hacerlo.
Aunque
el préstamo se realiza sin interés, el Corán deja margen a un donativo, que
sería decisión personal del deudor, para añadir una cantidad "ex-gratia".
Además también exige que estos negocios se realicen en presencia de testigos
(dos hombres, o un hombre y dos mujeres), y sea anotado por escrito la cantidad
exacta del préstamo y las condiciones del mismo, para evitar malentendidos.
También obliga a los contrayentes, a ser honestos y sinceros, tanto con Dios
como entre ellos.
De
esta manera el prestamista no tiene cabida en el mundo islámico. Además, el
dinero no fluctúa entre capas sociales semejantes, sino de arriba hacia abajo,
haciendo a los menos pudientes partícipes en la economía.
-Otros aspectos
Respecto
a otros aspectos, el Islam posee muchas semejanzas respecto a los aspectos
económicos, con el cristianismo, así ambos prohíben la acumulación de riqueza,
y optan por un estilo de vida más sencillo, prohibiendo el derroche. Sin
embargo, es cierto que el Islam permite a sus creyentes, la libertad para
obtener dinero de forma lícita, así como
la libertad para gastarlo o emplearlo, aspectos donde el Estado islámico no
tiene cabida. No obstante, la religión sí dirige en cierto sentido los gastos
de la población, pues la prohibición de bebidas alcohólicas, los juegos de azar
o ciertos tipos de placer, están dirigidos a guiar a sus acólitos en el buen camino.
Por
último, un aspecto reseñable, aunque no es totalmente económico, sin embargo,
marca una diferencia importante respecto al cristianismo: la relación de las
clases pudientes con las pobres. En las fiestas, como en las de recepción, se
impone la obligación de invitar a los pobres, su incumplimiento supondría un
castigo divino, así pues, los pobres se mezclarían con los ricos, pudiendo los
primeros probar los manjares de los que la clase pudiente disfruta, mientras
que los solventes económicamente, supondría una reflexión en su modo de vida. Otra muestra de la relación entre ambas
clases, es la imposición a los ricos de aceptar la invitación de los
necesitados a sus hogares. Por lo que podemos concluir una buena relación entre
las clases.
Fuentes:
-http://www.islamahmadiyya.es/islam/aspectos_economicos.html#
-http://www.nurelislam.com/capitulo5.htm
-http://es.financialislam.com/zakat.html
-Tahir
Ahmad, M., Islam’s Response to
Contemporary Issues, Londres, Islam International Publicatio, 2007
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