La familia Uztáriz y el negocio naviero.
El apellido Uztáriz recuerda al
famoso tratadista Gerónimo Uztáriz, quien alcanzó popularidad gracias a su obra
“Theórica y práctica de comercio y de
marina”. Sin embargo, hay que relacionarle con comerciantes y empresarios
del mismo apellido cuya procedencia es la misma que la de Gerónimo, el valle de
Bertizarana.
Si bien Gerónimo de Uztáriz creó
el corpus ideológico de la práctica
comercial, los Uztáriz de la segunda mitad del XVIII intentarán poner en
práctica las doctrinas de Gerónimo.
Juan Bautista de Uztáriz y Juan
Agustín de Uztáriz, primos hermanos de Gerónimo, consiguieron títulos
nobiliarios, siendo conde de Reparaz y masques de Echandía respectivamente. También
destacaron los hermanos de Juan Bautista de Uztáriz, Juan Felipe y Juan Miguel.
Juan Agustín de Uztáriz era, a
la altura de 1750, apoderado de los Cinco Gremios Mayores de Madrid en Cádiz.
Forman una Compañía de Comercio el 4 de diciembre de 1752, pasando a crearse de
manera inmediata “Uztáriz y Compañía” con la asociación de estos Cinco Gremios.
El objetivo de esta compañía era la promoción del mercado con América con una duración
de seis años.
Los directores de Uztáriz y
Compañía serán Juan Agustín y Juan
Bautista, quedando como apoderado en Madrid Juan Miguel. La sociedad se formó
mediante 15 millones de reales de capital inicial, de los cuales 10 millones
fueros aportados por los Cinco Gremios y 5 millones por la familia Uztáriz.
En 1759 se firma un nuevo
contrato. La familia Uztáriz en 1762, con el fin de promocionar sus negocios,
adquiere las Reales Fábricas de Talavera, que fabricaban telas y vestidos con ornamentación
en oro y plata. Para esta fecha el nombre de la empresa era “Uztáriz Hermanos y
Compañía”. Habían formalizado un asiento con la corona que les convertía en
empresarios industriales. Juan Felipe será el apoderado.
Estos empresarios continúan con
su ambiciosa actividad en 1763, cuando empiezan a operar como navieras. Entre
1762-1765 compran cinco embarcaciones, sumando 3.400 toneladas en total.
Gracias a los registros de los buques
se ha podido saber que coexistían tanto “Uztáriz Hermanos y Compañía” como “Uztáriz
y Compañía”, sin embargo, las dificultades en la gestión de las fábricas
provocaron la declaración de insolvencia de la primera de ellas.
Es interesante centrarse en la
activad naviera de los Uztáriz, aunque señalando cómo los Uztáriz enlazaron
diversas actividades para producir sus operaciones comerciales con un amplio
rendimiento.
La inversión fue muy grande y en
un periodo muy breve de tiempo, lo que les produjo cuantiosos apuros. A pesar
de esto, hay que destacar su planteamiento empresarial: producen una valiosa
prenda (telas de seda) y utilizan sus propios buques. Su producción no daba
para llenar los buques, pero el espacio restante era alquilado a otros comerciantes
para que depositaran sus mercancías y fueran llevadas a los puntos de venta.
En un corto periodo de tiempo, se
convirtieron en los navieros más poderosos de Cádiz de la época.
El negocio no quedó estancado en
esas dimensiones, sino que a partir de 1768 y hasta 1776 adquieren otras 5
embarcaciones.
Gerónimo de Uztáriz en su obra
critica los grandes navíos, defendiendo pequeños navíos para mayor rapidez y
maniobrabilidad. Pese a eso, los barcos de los Uztáriz fueron de gran tonelaje,
contrarios tanto a Gerónimo como a la reglamentación del asiento del que hablé
anteriormente, cuyo artículo 9 lo limitaba a 550 toneladas. Las autoridades no
fueron muy estrictas con los Uztáriz a pesar de que tan solo dos buques no
rebasan el tonelaje legal. El negocio de los fletes podía generar importantes
beneficios si el volumen de intercambios era alto. Para evitar que los barcos
no se cargaran de mercancías, se rebajaban los fletes.
Los Uztáriz tenían la
posibilidad de enviar tres buques anuales en total de esa Casa hacia Veracruz, El Callao y La Habana. Esto se
estipuló en el asiento de cesión de las fabricas de Talavera, cuando aun no
poseían barcos.
El asunto de los fletes generó
importantes disputas con las autoridades, aunque en otras ocasiones favoreció a
los Uztáriz. Si transportaban efectos de la corona o transportaba algún
batallón hacia América, obtenían permiso para regresar de vuelta con cueros
libres de derechos.
Los Uztáriz fueron acusados de
monopolizar los fletes, pues los rebajaban a precios inalcanzables para los demás
con tal de llenar sus barcos. Puede considerarse como una lucha entre dos
mundos: la del pequeño empresario clásico que busca la estabilidad como defensa
de su interés y la del empresario agresivo que busca innovar y que puede
absorber a la competencia.
BIBLIOGRAFÍA
- Julián B. Ruiz Rivera “Rasgos de modernidad en la estrategia comercial de los Uztáriz,
1766-1773” en Temas Americanistas, nº3, 1983, págs. 32-46
No hay comentarios:
Publicar un comentario