El fenómeno por el cual se produce el tránsito del feudalismo
al capitalismo como modelo económico imperante ha desatado gran cantidad de
historiografía al respecto y ha generado diversas controversias en cuanto al
cuándo, al cómo y al porqué. En el caso de Inglaterra, tradicionalmente
considerada como uno de los lugares donde primero se desarrolló el capitalismo,
la historiografía anglosajona ha dedicado numerosos estudios a este tema y
podemos encontrar dos visiones encontradas.
La teoría más extendida defiende la idea de que las enclosure acts fueron el primer peldaño
de una larga escalera que conduciría de un sistema económico feudal a uno de
corte capitalista, siendo así la primera de las prácticas de dicha índole en desarrollarse
en la economía y la sociedad inglesas. Las enclosures
eran un proceso de reestructuración de la propiedad rural con dos objetivos
básicos: la homogeneización y agrupación de las propiedades agrícolas y la
liberación de la regulación parroquial de cultivo; todo ello para mejorar la productividad
(aunque no se probó que dicha mejora respondiera a causas de esta naturaleza). De
este modo, se dará paso a una lógica de planificación centralizada e
insolidaria en la que estaba implícita no solo la extinción del control comunal
y la privatización de la tierra, sino también la desposesión de los
trabajadores rurales y su progresiva proletarización.
Esto se debe a que la gentry,
decidida a someter los campos al yugo de la mejora, adoptará una mentalidad
capitalista en la explotación de sus fincas y requerirán mano de obra en
abundancia para la puesta en marcha de sus proyectos. Lo que encontrarán, sin
embargo, no es un ejército de fuerza de trabajo disciplinado y disponible, sino
una “multitud de perezosos” (SEVILLA BUITRAGO, 2010), puesto que también trabajaban
las tierras comunales y no siempre estaban dispuestos a trabajar en las suyas. En
consecuencia, para construir el nuevo orden era necesario eliminar este
elemento resistente de los territorios sociales precapitalistas, las tierras y
derechos comunales: “when the commons are enclosed, the labourers will work
every day in the year, their children will put out to labour early” (SEVILLA
BUITRAGO, 2010).
Por otra parte, están los autores que consideran que, si bien
podemos ver los orígenes del capitalismo ya en el siglo XV –e incluso en el
XIII-, éste no tiene su primera identificación con las leyes de cercamiento de
las tierras comunales, pues los nuevos propietarios de estas parcelas ahora cercadas
estarán muy lejos de las ciudades y el ritmo comercial y financiero que se
daría en ellas. De hecho, estos autores ni siquiera consideran a los grandes
terratenientes y nuevos propietarios de los antiguos open fields como los motores de este protocapitalismo, sino que el
desarrollo del modelo capitalista en Inglaterra debe mucho a los propios
campesinos que, sacudidos por la crisis de la Baja Edad Media, se lanzaron a
nuevos desafíos económicos en busca de beneficios, fundamentalmente en la
industria de los paños (draperies),
que tanta importancia tuvo en la economía inglesa durante la Edad Moderna y en
el desarrollo del denominado «capitalismo comercial».
La cuestión es que el debate historiográfico en torno a este tema
se basa en las diferentes concepciones de capitalismo que tienen los autores,
por lo que las teorías divergen desde el primer momento en el que se intenta exponer
una definición del mismo. Los autores que apoyan el origen del capitalismo sobre
las enclosure acts, ponen énfasis en una dimensión cultural, por lo que identifican el capitalismo como un nuevo modelo de mentalidad,
basado en la búsqueda de acumulación de riqueza a costa de otros; mientras que
los defensores de la segunda visión, hablan de un capitalismo en el que hay
muchos más factores subyacentes: deben existir relaciones de intercambio
dominadas por un mercado que tenga una influencia notable en la sociedad, un
grupo prominente de empresarios en busca de beneficios que inviertan capitales en
los medios de producción, la existencia de una protoindustria y un comercio
desarrollado y una mano de obra asalariada. Se trata por tanto de un debate
difícil de congeniar o solventar, pues la problemática surge debido a que ambas
visiones parten de lugares distintos.
- DYER,
C., “Los orígenes del capitalismo en la Inglaterra medieval” en BROCAR, nº 22 (1998), pp. 7 – 19.
- SEVILLA BUITRAGO, A., “¿Planificar los
comunes? Autogestión, regulación comunal del suelo y su eclipse en la
Inglaterra precapitalista” en Geo
Crítica, Cuadernos Críticos de Geografía Humana, vol. XVII, nº 442 (2009)
Universidad de Barcelona.
- SEVILLA BUITRAGO, A., “Hacia el origen
de la planificación: territorio, enclosure acts y cambio social en la
transición del feudalismo al capitalismo” en Ciudades, Revista del Instituto Universitario de Urbanística de la
Universidad de Valladolid, nº13 (2010), pp. 165 – 181.
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