martes, 13 de enero de 2015

La familia Uztáriz y el negocio naviero.

La familia Uztáriz y el negocio naviero.

El apellido Uztáriz recuerda al famoso tratadista Gerónimo Uztáriz, quien alcanzó popularidad gracias a su obra “Theórica y práctica de comercio y de marina”. Sin embargo, hay que relacionarle con comerciantes y empresarios del mismo apellido cuya procedencia es la misma que la de Gerónimo, el valle de Bertizarana.
Si bien Gerónimo de Uztáriz creó el corpus ideológico de la práctica comercial, los Uztáriz de la segunda mitad del XVIII intentarán poner en práctica las doctrinas de Gerónimo.
Juan Bautista de Uztáriz y Juan Agustín de Uztáriz, primos hermanos de Gerónimo, consiguieron títulos nobiliarios, siendo conde de Reparaz y masques de Echandía respectivamente. También destacaron los hermanos de Juan Bautista de Uztáriz, Juan Felipe y Juan Miguel.
Juan Agustín de Uztáriz era, a la altura de 1750, apoderado de los Cinco Gremios Mayores de Madrid en Cádiz. Forman una Compañía de Comercio el 4 de diciembre de 1752, pasando a crearse de manera inmediata “Uztáriz y Compañía” con la asociación de estos Cinco Gremios. El objetivo de esta compañía era la promoción del mercado con América con una duración de seis años.
Los directores de Uztáriz y Compañía  serán Juan Agustín y Juan Bautista, quedando como apoderado en Madrid Juan Miguel. La sociedad se formó mediante 15 millones de reales de capital inicial, de los cuales 10 millones fueros aportados por los Cinco Gremios y 5 millones por la familia Uztáriz.
En 1759 se firma un nuevo contrato. La familia Uztáriz en 1762, con el fin de promocionar sus negocios, adquiere las Reales Fábricas de Talavera, que fabricaban telas y vestidos con ornamentación en oro y plata. Para esta fecha el nombre de la empresa era “Uztáriz Hermanos y Compañía”. Habían formalizado un asiento con la corona que les convertía en empresarios industriales. Juan Felipe será el apoderado.
Estos empresarios continúan con su ambiciosa actividad en 1763, cuando empiezan a operar como navieras. Entre 1762-1765 compran cinco embarcaciones, sumando 3.400 toneladas en total.
Gracias a los registros de los buques se ha podido saber que coexistían tanto “Uztáriz Hermanos y Compañía” como “Uztáriz y Compañía”, sin embargo, las dificultades en la gestión de las fábricas provocaron la declaración de insolvencia de la primera de ellas.
Es interesante centrarse en la activad naviera de los Uztáriz, aunque señalando cómo los Uztáriz enlazaron diversas actividades para producir sus operaciones comerciales con un amplio rendimiento.
La inversión fue muy grande y en un periodo muy breve de tiempo, lo que les produjo cuantiosos apuros. A pesar de esto, hay que destacar su planteamiento empresarial: producen una valiosa prenda (telas de seda) y utilizan sus propios buques. Su producción no daba para llenar los buques, pero el espacio restante era alquilado a otros comerciantes para que depositaran sus mercancías y fueran llevadas a los puntos de venta.
En un corto periodo de tiempo, se convirtieron en los navieros más poderosos de Cádiz de la época.
El negocio no quedó estancado en esas dimensiones, sino que a partir de 1768 y hasta 1776 adquieren otras 5 embarcaciones.

Gerónimo de Uztáriz en su obra critica los grandes navíos, defendiendo pequeños navíos para mayor rapidez y maniobrabilidad. Pese a eso, los barcos de los Uztáriz fueron de gran tonelaje, contrarios tanto a Gerónimo como a la reglamentación del asiento del que hablé anteriormente, cuyo artículo 9 lo limitaba a 550 toneladas. Las autoridades no fueron muy estrictas con los Uztáriz a pesar de que tan solo dos buques no rebasan el tonelaje legal. El negocio de los fletes podía generar importantes beneficios si el volumen de intercambios era alto. Para evitar que los barcos no se cargaran de mercancías, se rebajaban los fletes.
Los Uztáriz tenían la posibilidad de enviar tres buques anuales en total de esa Casa  hacia Veracruz, El Callao y La Habana. Esto se estipuló en el asiento de cesión de las fabricas de Talavera, cuando aun no poseían barcos.
El asunto de los fletes generó importantes disputas con las autoridades, aunque en otras ocasiones favoreció a los Uztáriz. Si transportaban efectos de la corona o transportaba algún batallón hacia América, obtenían permiso para regresar de vuelta con cueros libres de derechos.
Los Uztáriz fueron acusados de monopolizar los fletes, pues los rebajaban a precios inalcanzables para los demás con tal de llenar sus barcos. Puede considerarse como una lucha entre dos mundos: la del pequeño empresario clásico que busca la estabilidad como defensa de su interés y la del empresario agresivo que busca innovar y que puede absorber a la competencia.


BIBLIOGRAFÍA
        - Julián B. Ruiz Rivera “Rasgos de modernidad en la estrategia comercial de los Uztáriz, 1766-1773” en Temas Americanistas, nº3, 1983, págs. 32-46

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