martes, 7 de octubre de 2014

John Law: de la orden de arresto a la burbuja financiera

“Nariz grande, habla mucho y muy alto”. Esta es parte de la descripción de John Law que apareció en la gaceta londinense el 7 de enero de 1695. Se ofrecían 50 libras esterlinas a quien diera alguna noticia sobre el paradero de este hombre acusado de asesinato. Nadie pensaba entonces que aquel pendenciero llegaría a ser el director de las finanzas francesas. Law era hijo de un orfebre rico y gastó su juventud en el juego y en los debates económicos, lugares donde pudo demostrar su gran capacidad de cálculo. Las apuestas victoriosas eran seguidas por derrotas y bienes hipotecados, los buenos días por órdenes de arresto. De esta forma, tras la muerte de un tal Mr. Wilson, John Law inició su odisea por la Europa continental intentando vender una teoría económica basada en la defensa del papel-moneda sobre el dinero metálico.

Tras ser varias veces rechazado en los parlamentos y cortes de Europa, John Law llegó a París y triunfó. En mayo de 1716 el gobierno francés le permite crear un banco privado, el Banque Générale, que contaba con un capital inicial de 6 millones de libras, divididas en 1200 acciones de 5000 libras cada una. El 25% de estas acciones se pagaba en metálico y el 75% restante se pagaba en Billets d´Etat (títulos de deuda del estado con un interés del 4% y con una cotización en el mercado del 40% de su valor nominal). Las funciones del Banque Générale eran las mismas que las del resto de bancos privados, pero también emitía deuda en forma de billetes. La ventaja de los billetes emitidos era que se pagaban con el valor de oro y plata de la fecha de emisión de los mismos, hecho que los libraba de las devaluaciones monetarias. De esta forma, el banco de Law ganaba capital y accionistas y su fama se extendía por Francia. El éxito del Banque Générale hizo que en octubre el gobierno francés permitiera pagar impuestos con los billetes emitidos por el banco. No faltaba nada para que Law llegara a realizar su sueño: dirigir las finanzas de un país. En diciembre de 1718 el estado francés compra todas las acciones del Banque Générale, que ahora pasaba a llamarse Banque Royale, también dirigida por Law.

De forma paralela, en el verano de 1716 se había autorizado la creación de la Compagnie d´Occidente, también proyecto del escocés. La compañía nacía con un capital de 100 millones de libras y sus acciones sólo se podían pagar con Billets d´Etat: fórmula atractiva para los inversores que veían la posibilidad de ganar más dinero con cambio de deuda del estado por acciones de la compañía. El centro de la inversión era el valle del Mississippi en la Lousiana pero, pronto, crecería gracias a la adquisición del monopolio de tabacos, de la Compagnie des Indes Orientales y de la Compagnie de Chine. Con estos cambios, en 1719 la Compagnie d´Occidente pasaba a llamarse Compagnie des Indes.

El Banque Royale y la Compagnie des Indes se unían a la Ferme générale des impots, monopolio de la recaudación de impuestos indirectos, el tercer pilar del sistema financiero de Law. El atractivo de cambiar títulos de deuda que sólo cotizaban al 40% de su valor por acciones de una compañía hizo que aumentaran los inversores y el capital de forma exponencial. La euforia alcanzó su cénit a finales de 1719 y principios de 1720: la acción de la Compagnie des Indes pasó de valer 500 libras a 18000 en pocos meses. Mientras, de forma artificial, la deuda pública se reducía significativamente.

El sistema de Law triunfaba y se exportó. En Inglaterra se aplicó a la South Sea Company. En enero de 1720 sus acciones costaban 128 libras esterlinas, en julio 950. Sin embargo, cuando llegó la hora de repartir dividendos, el sistema se hundió. La Compagnie des Indes sólo pudo dar un 2% de interés (hay que recordar que los títulos de deuda del estado daban un 4% de interés) y los inversores sacaron en masa su dinero y lo llevaron a las nuevas “burbujas” de Inglaterra y los Países Bajos, donde se había aplicado el sistema de Law a las nuevas compañías. El parlamento inglés, ante la especulación salvaje, promulgó la Bubble Act y los inversores huyeron. A finales del verano de 1720 las acciones de la Compagnie des Indes y de la South Sea Company se desplomaron.

Tras la quiebra, el gobierno francés creó una comisión de investigación, la Visa, para desentrañar qué había sucedido en las finanzas francesas. Consecuencias de esto fueron la retirada de los billetes y la apresurada salida de John Law, que volvió a Inglaterra gracias a una amnistía y terminó sus días en Venecia.
 
J. Pablo Barrantes

 
-CIPOLLA, C. M., Historia económica de Europa Siglo XVI y XVII, Ariel: Barcelona, 1979
-TORRES SÁNCHEZ, R., "El despegue económico de Europa en el siglo XVIII" en FLORISTÁN, A. (coord.), Historia Moderna Universal, Ariel: Barcelona, 2011.
-VEGA, J., La primera burbuja financiera de la historia. Francia 1720.

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