domingo, 19 de octubre de 2014

la industria española en el siglo XVI

La industria española va a sufrir durante el siglo XVI una situación de crecimiento y decadencia. Un crecimiento en la producción enmarcada en la primera mitad de siglo y a partir de 1550 y sobre todo a partir de 1580 estas industrias sufrirán un retroceso. Por lo tanto va a ser un crecimiento efímero y que fue favorecido por tres factores: un crecimiento demográfico, la presencia de metales provenientes de América y por la revolución de los precios (aunque este factor luego se convirtió en una de las causas por las que la industria entraría en un retroceso). Aunque la producción creció nunca llegó al nivel de países como Inglaterra o Italia. Entre las causas de por qué se produjo esto, John Lynch señala tres:

-                              -  En primer lugar por el mantenimiento de una economía tradicional orientada a la cría de ovejas y a la exportación de su lana.

-                               - Otra sería debido a la política proteccionista llevada a cabo por Carlos V sobre la industria flamenca, e incluso se habla de la excesiva normativa a la que se veía sometida la industria española.

-                                -  Por último, también se ha hablado de la falta de formación de los tejedores y el poco avance industrial que llevó a la industria textil castellana a perder sus comercios debido al encarecimiento de sus productos y a la baja calidad de estos.

A continuación se va a hablar de dos tipos de industrial que se vieron favorecidas en primer lugar y que luego, como ya se ha señalado, sufrirán un retroceso. Se habla de la industria textil y de la industria metalúrgica.

Con respecto a la industria textil, me referiré a tres focos de producción que destacaron en este siglo: Segovia, Córdoba y Madrid. Empezando por Segovia, esta fue uno de los principales centros tanto de producción como de consumo. Su industria alcanzó su mayor auge hasta 1580, a partir de entonces su producción empieza a descender. Este problema se dio en gran medida por la ausencia de un intercambio entre el mundo rural y la ciudad, esto generaba menos demanda de productos segovianos. Esta falta de intercambio, y por ende falta de demanda, se debió a l acaparamiento de la riqueza que generaba la agricultura en una élite social, la cual a través de impuestos (como es el diezmo), el aumento de los alquileres, etc, amasaban en sus manos toda la riqueza, impidiendo que los campesinos pudieran convertirse en consumidores de esos productos textiles que se generaban en la ciudad.

 Otro problema al que tuvo que hacer frente esta industria segoviana fueron los impuestos. Las campañas militares en Europa provocaron un aumento en la carga tributaria (destacando dos fechas importantes: 1575 y 1590). Este aumento de los impuestos generó un desvío de la inversión de capital hacia la exportación de la lana.

Córdoba sería otro ejemplo de fracaso industrial. Durante la primera mitad del siglo XVI Córdoba era una ciudad importante económicamente hablando, ya que era un centro de producción y de exportación agrícola, era una ciudad que recibía capital para la industria y abastecía al mercado de paños y seda. Pero al igual que sucedió en Segovia, a partir de 1580 Córdoba entra en un proceso de retroceso que duró hasta el siglo XVII. Esta crisis de la industria textil cordobesa vino generada por una crisis agrícola (el endeudamiento del campesinado hizo caer el mercado rural y  por tanto menos demanda de bienes).

Por último, hablar de Madrid, que su situación fue la misma que la que sufrió Córdoba y Segovia.
La industria que sí conoció un cierto progreso e incluso llegó a superar a la industria pañera fue la industria textil de la seda. Esta industria presenta una tradición morisca y sus principales centros de producción se encontraban en Valencia, Murcia y Granada. Otra industria heredada de los árabes fue la industria del cuero, la cual también alcanzó un mayor desarrollo durante el siglo XVI.

El otro tipo de industria al cual haré referencia será a la industria del hierro, la cual se situaba en Vizcaya. Este mercado del hierro se vio favorecido en primer lugar por su buen acceso a los mercados exteriores desde el puerto de Bilbao. A cambio del hierro, los vizcaínos obtenían productos agrícolas. De toda la producción del hierro, una parte estaba destinada al comercio exterior, pero la gran mayoría se quedaba en Vizcaya, donde se trabajaba en las forjas.

El empleo de la fuerza hidráulica supuso una revolución en la industria, ya que permitió abandonar los métodos tradicionales. También como consecuencia de esto vamos a encontrar que las forjas se sitúen a las orillas de los ríos (las mesuqueras).

Vizcaya no fue solo importante por la producción de hierro, también lo fue por sus astilleros y por la producción de barcos. Esta industria naval se vio favorecida por sus suministros de madera y hierro local y porque estaba bien posicionada en el comercio entre Castilla y los Países Bajos. Además señalar que las guerras exigían un aumento de la producción.

Pero de la misma manera que la industria textil entró en decadencia, también le pasaría lo mismo a la industria vizcaína. La presión por parte del Estado hizo que se sustituyera la producción de barcos mercantes por barcos de guerra. También va a sufrir un encarecimiento de las materias primas debido a la revolución de los precios. Se va a llevar a cabo la confiscación de barcos por parte del Estado ( a través del sistema de flete y embargo) y se va a dar un estancamiento técnico que hace que no se innove o se perfeccionen los barcos.


Por lo tanto este fracaso industrial que se dio en la España del siglo XVI se debió a la revolución de los precios, al aumento de los impuestos. También se ha hablado de la falta de iniciativa por parte del Estado o a la mala inversión de los metales procedentes de América, los cuales se destinaban a las campañas militares, a equilibrar la balanza deficitaria de España en Europa.

BIBLIOGRAFÍA:

LYNCH, John. Historia de España 11,  Monarquía e imperio: el reinado de Carlos V. Madrid: el País, 2007.

MARTINEZ RUIZ, Enrique [et al.]. Introducción a la historia moderna. Madrid: Itsmo, D.L. 2000.

1 comentario:

  1. Hola Kevin:
    Los libros que has utilizado quizás no son los más actuales. Uno es un manual de hace algunos años, mientras que Lynch es un clásico ya superado.
    Por ejemplo, los trabajos de J. A. Nieto Sánchez sobre la industria de Madrid demuestra que se produjo un notable desarrollo de la misma durante toda la Edad Moderna, frente a la visión clásica de D. Ringrose. Hablaremos de ello en clase.

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