domingo, 26 de octubre de 2014

Tarea semanal Grupo 5. 20/10/2014 Perdices de Blas, ¿Qué es el mercantilismo?

Este pequeño fragmento del capítulo del libro Historia del pensamiento económico de Luis Perdices de Blas pretende mostrarnos como diferentes figuras destacadas del pensamiento económico han interpretado el concepto de mercantilismo ya desde el siglo XVIII. El primero de ellos será Adam Smith, el cual en La Riqueza de las Naciones (1776) critica el mercantilismo duramente afirmando que se trata de un sistema ideado por los productores para, mediante un intervencionismo y proteccionismo extremo, obtener siempre beneficios y enriquecerse a costa de los consumidores.
Sin embargo, el mercantilismo no sólo ha gozado de detractores, y durante el siglo XIX surgirán nuevas perspectivas como las de la escuela económica histórica alemana (representada por figuras destacadas del pensamiento económico como Friedich List o Gustav Schmoller…) o la de historiadores ingleses como William Cunningham. Éstos ven en el mercantilismo la condición esencial para un fortalecimiento del estado nación que permitió por ejemplo, que se produjera la unificación en Alemania (en tanto que el mercantilismo permite una transformación profunda de la sociedad que posibilita la creación de una economía nacional, y no ya local)
Ya durante el primer tercio del siglo XX, encontramos tres figuras principales que analizan el mercantilismo: los economistas John Maynard Keynes, Eli Heckscher y Jacob Viner. De estas tres figuras, debemos destacar por la influencia de sus estudios en el concepto que se ha tenido posteriormente del mercantilismo al economista sueco Eli Heckscher. Heckscher (1931) recoge las influencias de Smith, la escuela alemana y Cunningham para establecer que el mercantilismo no sólo es condición para la construcción del estado-nación, aparte de una corriente económica definida por el  del proteccionismo y el intervencionismo, sino que además añade un nuevo rasgo definitorio al mercantilismo definiéndolo como un sistema de poder que denota la ruptura que se produce a finales de la Edad Media entre los agentes económicos y los valores morales y religiosos.
A partir de los años 40 del siglo XX surgirán cuatro grandes líneas de crítica o interpretación del mercantilismo: una primera línea, representada por Schumpeter o W.R Allen, que define el mercantilismo como una especie de pensamiento económico primitivo; una segunda línea, representada por W. D. Grampp, R. C. Blitz o C. Perrotta, que reivindica el mercantilismo afirmando que los pensadores mercantilistas fueron capaces de anticipar conceptos como el desempleo, el mecanismo de precios, el papel del estado en la economía, etc.
Un tercer grupo de economistas como R. B. Ekelund y R. D. Tollison realizan un análisis del mercantilismo muy interesante en tanto que no lo ciñen a la política exterior de los estados, sino que lo realizan a nivel local y nacional. En la dinámica interna de los estados, encontramos relaciones confrontadas entre comerciantes y hombres de negocios y aquellos que ofrecen privilegios en el estado. Estas relaciones se basan en un mecanismo de regulación en el que ambas partes esperan obtener beneficio y que se oferta y se demanda como cualquier bien. La transición entre este sistema, donde el oferente de privilegios es sólo uno (el monarca absoluto) y el posterior se produce cuando los sistemas políticos cambian y comienzan a introducirse más poderes en el estado, por lo que se hace más difícil la búsqueda de privilegios en el Estado por parte de aquellos que acumulan riqueza.

Por último, encontraremos un cuarto grupo de historiadores, entre los que destaca D. C. Coleman, los cuáles mantienen que el mercantilismo no puede ser considerado un sistema económico homogéneo como tal, sino que debe ser analizado en base a coyunturas económicas o políticas concretas. En esta línea se mueve también Perdices de Blas, el cuál considera que la utilización del término mercantilismo para referirse a ciertos escritos económicos del siglo XVI y XVII distorsiona la realidad, dado que estos escritos hablan de realidades concretas que es necesario ver por separado en cada contexto. 

BIBLIOGRAFÍA: 

- PERDICES DE BLAS, Luis (ed.), “El pensamiento económico de los mercantilistas” en Historia del pensamiento económico, Madrid, Síntesis, 2003, pp. 43-47.


Vista de la ciudad de Sevilla, Alonso Sánchez Coello, siglo XVI.

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